Akasha es la protagonista de una historia de esas que nos llenan de felicidad, y nos dicen que sin duda alguna (aunque no las tenemos) merece la pena seguir luchando
Una preciosa mestiza de alaska malamutte de 8 años, que estaba abandonada y tenía una pata trasera dañada, estaba triste y necesitaba tranquilidad. Se mostraba muy buena y sociable con todos los perros y personas, nada territorial.
Tras recibir gran cantidad de mensajes en nuestro facebook, una familia decidió hacerle un hueco en su hogar, y vinieron un fin de semana en coche desde Irún con su perro, para comprobar si congeniaban mínimamente. Akasha pasó la prueba con nota, y se la llevaron en acogida.
Hoy nos enviaron nuevas fotos, fijaos cómo ha cambiado su expresión, se la ve feliz ¡muchas gracias por hacer que nuestro esfuerzo diario merezca la pena!